El motivo de esa reunión es la “Búsqueda del Tesoro” que consiste en encontrar una de las 27 botellas que previamente se arrojaron a los fondos de la ensenada de San Amaro, cada de una de las cuales contenía un vale para un premio.
Se arrojaron al mar más de 60 buceadores que realizaron un concienzudo rastreo de los fondos marinos, lo que les permitió encontrar todas las botellas.
Después, se celebró una comida, a la que, además de los participantes en la búsqueda y los organizadores del evento, asistieron unos representantes de los patrocinadores (NAUGA y la Federación Gallega de Actividades Subacuáticas) y otros buceadores que, por distintas circunstancias no se echaron al agua. A los postres se rompieron las botellas y se entregaron los premios obtenidos.
También, y para que nadie se sintiera defraudado, se celebró un sorteo en el que se repartieron premios para todos los demás participantes.
Por último, se realizó otro sorteo de dos regalos sorpresa de alto valor, donados por NAUGA, entre los presentes.
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