Devueltos siete de los 153 migrantes que saltaron la valla de Ceuta.
El último cruce multitudinario de la frontera ocurrió hace un año, cuando más de 600 personas lograron entrar en España.
Después de un año sin incidentes graves en la valla que delimita los ocho kilómetros de frontera entre Ceuta y Marruecos, este viernes se ha producido un nuevo salto masivo a primera hora de la mañana. Con la niebla que empaña la ciudad autónoma al amanecer, un grupo de "unos 200 inmigrantes" ha intentado alcanzar suelo español, según fuentes de la Guardia Civil, pero solo 53 lo habrían logrado. Siete de ellos quedaron encaramados a la alambrada y fueron devueltos a Marruecos mediante las polémicas "devoluciones en caliente".
Los siete inmigrantes, que han permanecido agarrados a la valla durante casi dos horas, suplicaban a los agentes que les dejaran entrar en España: "¡España!, ¡España!", gritaban; "¡Amigo, amigo!", decían, según testigos presenciales. Todos ellos, tras ser reducidos y detenidos, han sido devueltos a Marruecos "en aplicación del protocolo", según fuentes del instituto armado, es decir, habrían sido devueltos sin haber sido siquiera identificados, sin asistencia letrada y sin derecho a solicitar asilo.
Tanto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) como el Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas han declarado que las llamadas "devoluciones en caliente o sumarias" —en España también "rechazos en frontera"— atentan contra los derechos humanos, pero en julio de 2015, con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana, se dio carácter legal a esa práctica.
"El rechazo en frontera a día de hoy, mientras no se pronuncie el TEDH, está recogido en la ley. Cuando este tribunal se pronuncie, España acatará la decisión y ajustará la legislación a la decisión del TEDH si fuera el caso", señalan fuentes del Ministerio del Interior.
El Tribunal de Estrasburgo celebró en septiembre del año pasado la última vista del caso de dos subsaharianos expulsados en caliente en 2014 tras saltar la valla de Melilla, una devolución sin garantías por la que el TEDH condenó a España en 2017. La resolución de esta causa determinará previsiblemente la aplicación de esta medida tanto por parte de España como por sus socios europeos.
"No puedo confirmar la cuestión, porque los desconozco y además me atrevo a pensar que no ha sido así", respondía la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá en el Consejo de Ministros de este viernes a la pregunta de si habían existido esa clase de devoluciones.
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