Hallado el cadáver de Blanca Fernández Ochoa en la sierra de Guadarrama.
Foto info. El País
El cuerpo,
encontrado 11 días después de su desaparición con un fuerte golpe en la
cabeza, presenta síntomas de haber sufrido una caída, según fuentes
próximas a la investigación.
Tras días de intensa búsqueda se cumplieron los peores presagios. El cuerpo sin vida de la esquiadora y medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa, de 56 años y madre de dos hijos, fue hallado en el pico de La Peñota, cerca de Cercedilla, en la sierra de Madrid, según
fuentes policiales. El cadáver, con un fuerte golpe en la cabeza,
presenta síntomas de haber sufrido una caída, según fuentes próximas a
la investigación. Un guardia civil fuera de servicio, que estaba de
voluntario en la búsqueda junto a su perro, ha sido quien ha hallado el
cuerpo. La deportista estaba en paradero desconocido desde el 24 de agosto,
cuando fue vista entrando y saliendo del Hipercor de Pozuelo de
Alarcón, donde compró un poco de queso. Ese mismo día, un vecino de
Cercedilla vio a Fernández Ochoa dirigiéndose hacia la zona donde este
miércoles ha sido encontrada.
Tras días de intensa búsqueda se cumplieron los peores presagios. El cuerpo sin vida de la esquiadora y medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa, de 56 años y madre de dos hijos, fue hallado en el pico de La Peñota, cerca de Cercedilla, en la sierra de Madrid, según
fuentes policiales. El cadáver, con un fuerte golpe en la cabeza,
presenta síntomas de haber sufrido una caída, según fuentes próximas a
la investigación. Un guardia civil fuera de servicio, que estaba de
voluntario en la búsqueda junto a su perro, ha sido quien ha hallado el
cuerpo. La deportista estaba en paradero desconocido desde el 24 de agosto,
cuando fue vista entrando y saliendo del Hipercor de Pozuelo de
Alarcón, donde compró un poco de queso. Ese mismo día, un vecino de
Cercedilla vio a Fernández Ochoa dirigiéndose hacia la zona donde este
miércoles ha sido encontrada.
MÁS INFORMACIÓN
El pasado domingo, 1 de septiembre, después de que la
Policía Nacional, a cargo de la investigación, alertara en su cuenta
oficial de Twitter de la desaparición de la esquiadora, apelando a la
colaboración ciudadana, un vecino de Cercedilla advirtió a Luis
Fernández Ochoa, hermano de Blanca, de que el coche de la deportista, un
Mercedes clase A de color negro, se encontraba estacionado en el
aparcamiento de excursionistas de Las Dehesas, a dos kilómetros del
pueblo. Desde ese momento, ese lugar con aspecto de merendero se ha
convertido en el puesto de coordinación de la búsqueda. En el coche fue
hallado un pequeño bolsito que ella solía usar con su DNI, su carné de
conducir y 15 euros, además de unas chanclas en el asiento del copiloto.
El rastreo, que arrancó el domingo, ha sido el mayor en medios técnicos y efectivos desplegada en la historia de la Comunidad de Madrid. En él han
participado 100 agentes de la Policía Nacional, otro centenar de la
Guardia Civil, 25 bomberos, 60 voluntarios de Protección Civil y 11
agentes de la Policía Local. Además, para las batidas del terreno
también se han desplegado drones, helicópteros, perros entrenados para
la búsqueda de personas y caballería. “Es un terreno muy
complicado, escarpado, de vegetación muy espesa, con ríos, afloramientos
de rocas, mucho helecho que impide la visibilidad incluso a corta
distancia”, explicaban dos agentes del GEO (Grupo Especial de
Operaciones de la Policía Nacional) tras subir hasta la mitad de uno de
los Siete Picos, la montaña más emblemática de Cercedilla (6.948 habitantes)
y la preferida de la esquiadora. “Hay muchos lugares del sotobosque
impenetrables para los drones”, añadían en referencia al empleo que se
hizo de siete de esos aparatos.Dos portavoces de la Policía Nacional confirmaron al filo del mediodía a los periodistas congregados en Cercedilla que los equipos de rescate habían hallado un cuerpo, y que tanto el grupo de investigación de homicidios y desaparecidos así como la policía científica iban a inspeccionar la zona donde estaba el cadáver. Además, los dos portavoces aseguraron que la familia Fernández Ochoa ya había sido informada. Sus allegados recibieron la noticia junto al puesto de mando. Fue un mazazo visible para ellos.
Los Fernández Ochoa son una saga de deportistas y una
institución en Cercedilla, un pueblo de la sierra de Guadarrama, donde
Francisco, Paquito, Fernández Ochoa tiene un monumento en la
puerta del Ayuntamiento, tras ser campeón olímpico de Sapporo 72. Y
donde su hermana Blanca recorrió las calles a sus hombros tras ganar una
medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Albertville en 1992.
Tras poner fin a su carrera deportiva, Blanca se
había aficionado a otros deportes como el golf y había hecho sus pinitos
en algunos programas de telerrealidad. En los últimos tiempos se ganaba
la vida como entrenadora personal a domicilio, como su hermana Lola,
aunque su situación económica era “muy precaria”, según confirmaron
fuentes de la investigación y de su familia: “No disponía de tarjetas de
crédito y solo tenía una cuenta con cero euros”, dijo su cuñado, Adrián
Federighi.
El cuerpo de la deportista será trasladado al
Instituto Anatómico Forense de Madrid donde se le practicará la autopsia
que determinará la causa de su muerte. Y es previsible que se celebre
un multitudinario funeral en su memoria. “La lástima es que no pueda ver
ella lo que la gente la quiere”, decía su hermana Lola estos días, al
bajar de rastrear esas montañas que la han visto nacer, crecer y morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario