El Gobierno prorrogará el estado de alarma otros 15 días, de manera que en lugar de que las medidas excepcionales por el coronavirus terminen el 29 de marzo, lo harán, de momento, el 14 de abril. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se lo ha comunicado este domingo a los presidentes autonómicos, con los que se encuentra reunido por videconferencia, antes de que este martes el Consejo de Ministros apruebe la propuesta de prórroga que votará el Congreso el miércoles.

En el Gobierno ya se daba por sentado que el estado de alarma debería prolongarse más allá de las dos semanas decretadas originalmente y este sábado por la noche, Sánchez ya lo apuntó también un agónico discurso en el que pidió a la población que esté preparada porque "lo peor está por llegar" y que quedan días muy duros en lo que habrá que procurar que el sistema sanitario no colapse.

Aunque sus palabras lo dejaban claro, el presidente no confirmó sin embargo la prolongación del estado de alarma, que este domingo sí ha comunicado a los presidentes autonómicos en su segunda reunión por videoconferencia, ya de periodicidad semanal, desde que empezó la emergencia por el coronavirus.

La petición de la prórroga del estado de alarma está contemplada en la Constitución, donde se indica que el primer plazo, el actual de 15 días, lo puede decretar el Gobierno por sí mismo. Si quiere extenderlo, debe tener autorización del Congreso, algo que previsiblemente ocurrirá este miércoles.
El Congreso de Ministros aprobará el martes la propuesta de prórroga y un día después será votada en la Cámara Baja, en un Pleno que desde que se convocó ya tenía prevista esta eventual votación para alargar las medidas excepcionales en el caso de que el Gobierno así lo decidiera.

Además, el Pleno debe aprobar los tres reales decretos aprobados ya en relación con el coronavirus -las primeras medidas económicas por valor de más de 18.000 millones, la movilización de otros 200.000 y la declaración del estado de alarma con sus medidas de restricción de movimientos-.
Además, también está pendiente la convalidación del primer real decreto ley con el que el Gobierno empezó a derogar la reforma laboral, el que prohibió que una baja laboral por enfermedad pueda justificar un despido por motivos objetivos.